Reuniones y Recalentados.

Por lo general, todos tenemos algún familiar que vive en el extranjero o en el interior de la República, y tiene su época para visitar a la familia.

En mi caso, es una tía que vive en Estados Unidos y que hace 5 años  aproximadamente que no viene a México y siempre lo hacía en verano. Pero ahora se le ocurrió venir en estas fechas para estar con la familia,  en estas épocas de amor y de reflexión bla bla bla…todo eso que la gente dice.

El sábado pasado hubo una reunión familiar en mi casa para ver a mi tía y para juntar a todos los hermanos, cada quién trajo un guisado como se había quedado, no era la familia completa pero vinieron bastantes, en fin, todo marchaba de maravilla. Hasta que, en medio de toda la gente que había en el comedor, veo a dos individuos que después se acercaron para saludarme… ese no fue el problema sino que durante toda la reunión eran los únicos usando vaso de vidrio (ya ni mi mamá o en su defecto, yo)…y empeoró cuándo al final de la reunión se prepararon su respectivo itacate, guardadito o como le quieran llamar y de 90 empanadas quedaron como 5, de tres kilos de cochinita pibil quedó un cuarto de cazuela… pero, ¿ ya mencioné un detalle importante?....ellos no trajeron nada!!! Si es para enojarse no?

Creo que en todas las reuniones familiares existe el que no colaboró con nada, el que se agandalló  la comida o el que trajo los colados, como me pasó a mí…pero toda reunión familiar tiene su encanto, sus detalles para comentar al día siguiente en el típico y esperado recalentado. 



Perla Carpio.