Éstas épocas de pasar en familia, para la mía significa un gran dolor que quedó grabado en sus mentes y en sus corazones desde hace 27 años. ¿La razón?, el fallecimiento de mi abuelita o como todos sus nietos le decimos: Mi mamá Luz.
Yo no tuve oportunidad de conocerla, pero con el simple hecho de ver el gran trabajo que hizo con cada uno de sus hijos y las maravillosas anécdotas que me cuenta mi mamá de ella hicieron que creciera un gran cariño y amor por ella, amor que cada uno de sus hijos y pocos sobrinos que la conocieron y vivieron con ella, se reflejan en las lágrimas que derraman al recordarla o al ver una fotografía de ella.
Una de las reuniones que tuvimos fue para y por ella. Para que viera, dónde quiera que esté, a todos sus hijos reunidos, por lo menos una vez más.
Este post se lo dedico a ella y a su memoria. Por la gran mujer y ser humano que se nos adelantó. Pero que estoy segura que cuida a cada uno de nosotros desde el cielo, lugar dónde seguramente está.
“27 años de extrañarla y muchas veces de necesitarla”
Te quiero Mamá Luz…dónde quiera que estés.
Q.E.P.D
Perla Carpio.
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