martes, 14 de diciembre de 2010

"La tía Cony"

Decidí comenzar con la historia de mi tía Cony, es un homenaje a su persona y a sus creencias que a veces nos parecen descabelladas, pero que poco le interesa conocer lo que los demás pensemos de ellas, personalmente le estoy muy agradecida porque cuando mi abuelo decidió dejar a mi abuela para irse a vivir con su secretaría, ella le abrió las puertas de su casa con sus cinco hijos, entre ellos, obviamente mi mamá, mi tía es auténtica, original, un ser humano maravilloso, pero tiene cada ocurrencia que  definitivamente ganó su lugar en este espacio.

Recuerdo perfecto la época decembrina  de 1995, yo tenía cinco años y en casa de mi tío Pepe y mi tía Cony solíamos pasar el Año Nuevo, me imaginó, que así como en sus casas tienen mil rituales para esa noche, definitivamente nosotros no somos la excepción, a las 12 en punto las uvas, después calcetines nuevos, posteriormente tomar un puñado de dinero y salir corriendo a la calle donde lanzábamos el dinero a los puntos cardinales, seguido de un encendido de velas que significaban un mes y donde mi tía interpretaba las muertes que tendríamos en el año (que miedo), ésta última práctica la dejamos de hacer después de ese año, pues se cumplieron las muertes que anunciaba mi tía y mi tío le pidió por favor que dejara de hacerlo.

Pero lo curioso, chusco, chistoso, no surge en el hecho de los rituales de año nuevo, sino en que mi tía tiene ciertas ideas que jura están correctas, por ejemplo: 
El día primero, después del recalentado y demás ya no había comida, mi mamá fue a comprar bisteces, para hacerlos encebollados, pero surgió el inconveniente de que no había cebolla, las recauderías estaban cerradas y el super estaba lejísimos, pero a mi tía se le ocurrió la idea de que pues la cebolla y la jicama pues son iguales, las dos son blancas y pues nadamás era cuestión de imaginarse que era cebolla y así fue, ese día comimos bisteces enjicamados.

Mi tía padece de presión alta por lo que no puede comer ciertas cosas, sobre todo las grasosas, así que ella jura que echándole All-bran y pan tostado a su spaguetti con crema no le va a hacer daño, pues así se  digiere mejor.

Les reitero, para nada busco burlarme de mi tía por que la adoro, es una gran persona que admiro por su temple, creatividad y perseverancia por querer que la gente escuche sus ideas, que nos pueden parecer chistosas, pero sin lugar a duda amo su autenticidad y estoy segura que ustedes en su familia también tienen a una Tía Cony. 

Ana Eng 

1 comentario:

  1. bisteces enjicamados jajajajaja ahora si me hiciste reír jajaja...buen post!!! ya soy fan de nuestro blog jaja

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